EL NARCO CONFLICTO Y POLÍTICO ESTA AL ROJO VIVO.

Editorial

         

         La permanencia del gobierno de turno no iba a ser de color de rosa; en el proceso electoral para las presidenciales en el 2013 se anunciaba la muerte de manera brutal del candidato presidencial Lino Cesar Oviedo en sospechosas condiciones y posteriormente se anunciaba la venida de la narcopolítica con las campañas de advertencia o desprestigio para el candidato electo como presidente.

       El Partido Colorado no fue cauto y ecuánime al momento de seleccionar su candidato, es más, para encuadrar con las voluntades de los que financiarían la candidatura, cedió su dignidad y respeto de sus colaboradores incondicionales y caudillistas modificando su estatuto partidario. Ante este hecho se demostraba la desesperación por recuperar el poder a cualquier costo, incluyendo la integridad, es por esto que se le denomina “Partido Alquilado”.

        Desde ese momento fatal de la muerte de Oviedo no hubo demandas o procesos judiciales que demostrára la vinculación del presidente con el narcotráfico de parte de alguna organización, institución o persona particular; pero sí observado con la lupa por los países vecinos en la vinculación del tráfico ilegal de cigarrillos de las marcas de sus empresas.

         Lo que llama enteramente la atención es que los denominados “EPP” en este gobierno terminan abatidos algunos de sus miembros y prácticamente poco o nada se sabe de ello, no tienen atención mediática, que en el "ñe’e mbeguepe" esta organización eran unos sicarios y que los ajustes de cuentas de algunas bandas vinculadas al narcotráfico de la región para justificar sus bajas o muertes lo asignaban al “EPP” pero ellos sabían de que o de quienes se trataban. El posicionamiento mediático se trataría más bien para el desvío de atención de la población de Concepción para ocultar algún interés más relevante.  

         En vista que los fenómenos de extrema violencia con armas de fuego, de alto calibre y de uso militar está asociado a la coyuntura como la muerte de Lino Cesar Oviedo para la definición de candidaturas presidenciales en aquel entonces. Hoy al moverse las fuerzas internas del Congreso con la asunción como Presidente Robert Acevedo, coincidentemente en el mismo día, ocurre la violenta matanza de Jorge Rafaat en Pedro Juan Caballero, esto demuestra que en situaciones trascendentales de la vida política nacional, las fuerzas del narcotráfico también hacen sus decisiones y alineaciones. Con lo que se observa a diario podemos decir que la fuerza obscura del narcotráfico quiere tener injerencia en la política para tener dominio del poder y darle vía libre a sus estupefacientes en el mercado nacional, es más la disputa por el poder para controlar el mercado, está al rojo vivo.

        Con todos los elementos mencionados anteriormente que tácitamente nos demuestra que en el gobierno se encuentran camuflados los lobos en corderos, se podría interpretar fácilmente que el suceso ocurrido con estos agentes de la Senad tenía como propósito crear un chivo expiatorio incriminando inocentemente a civiles para desviar la atención de lo que está ocurriendo en Pedro Juan Caballero y como la mentira tiene patas cortas, lo descubre la perdida de la vida de una niña de 3 años, que no se esperaban en el violento escenario en compañía de su tío y abuelo en la Ciudad de Nueva Italia. De otra manera no se explica la improcedencia, lo improvisado y lo desesperado de la operación.

         Ante esta fallída operación de la Senad queda al descubierto la inacción de las fuerzas del orden para otorgar protección y seguridad a la población y los conflictos bélicos entre bandas del narcotráfico, está en la agenda del día, pero como no se trata de la Ciudad de Concepción entonces no se le puede atribuir al “EPP” para quedar impune de investigación y se justificara el presupuesto de la Fuerza Conjunta.