COLONOS BRASILEÑOS EN PARAGUAY CON ENORMES VENTAJAS DE ACCESO A LAS TIERRAS.
La inmigración brasileña en Paraguay es una de las más numerosa fuera de Brasil y está conformada por los brasiguayos quienes son brasileños y/o descendientes brasileños, establecidos en nuestro país, en las zonas fronterizas con Brasil, especialmente en los departamentos de Canindeyú y Alto Paraná, entre otros.
Aunque es difícil precisar su número exacto, se estima en aproximadamente 350.000 ciudadanos (casi la mitad de forma irregular). Son en su mayoría agricultores de origen alemán, italiano o eslavo de habla portuguesa, siendo la comunidad extranjera más numerosa del Paraguay.
Respecto de la palabra “brasiguayos”, es empleada para describir a los hijos de pioneros brasileños nacidos en territorio paraguayo.
El uso de este término divide tanto a investigadores como a la opinión pública, pues mientras algunos consideran que los brasiguayos tienen identidad brasileña y parte importante de sus actividades económicas son funcionales a la economía brasileña.
Otros señalan que son ciudadanos paraguayos con derecho pleno, aunque se expresen en el idioma de sus padres y aún practiquen la cultura brasileña antes que la paraguaya.
El uso de este término divide tanto a investigadores como a la opinión pública, pues mientras algunos consideran que los brasiguayos tienen identidad brasileña y parte importante de sus actividades económicas son funcionales a la economía brasileña.
Otros señalan que son ciudadanos paraguayos con derecho pleno, aunque se expresen en el idioma de sus padres y aún practiquen la cultura brasileña antes que la paraguaya.
Las estimaciones cuantitativas han sido expresadas en diversos trabajos. Para algunos, la cantidad estaría entre los 250 y 300 mil.
Según otro autor, durante dos décadas, cerca de 250 mil medianos y pequeños productores agrícolas emigraron al Paraguay, totalizando en 1986 la cantidad de 350 mil, un 33% de los cuales serían “gaúchos”.
Según otro autor, durante dos décadas, cerca de 250 mil medianos y pequeños productores agrícolas emigraron al Paraguay, totalizando en 1986 la cantidad de 350 mil, un 33% de los cuales serían “gaúchos”.
Otra autora estima que en 1975 eran 40 mil los brasileños y que en 1984 ya eran 400 mil. En la II Reunión del Grupo de Cooperación Consular Paraguay-Brasil, realizada en octubre de 1985 en Brasilia, las delegaciones presentes no tenían datos confiables sobre los brasiguayos, sino contradictorios.
Las fuentes consulares brasileñas hablaban en esa Reunión de una cantidad que iba de 400 a 450 mil migrantes.
Una estimación que fue posteriormente reducida. Considerando a los que han retornado a su país, la cifra que se maneja hoy es de un poco más de 300 mil migrantes de origen brasileño.
Una estimación que fue posteriormente reducida. Considerando a los que han retornado a su país, la cifra que se maneja hoy es de un poco más de 300 mil migrantes de origen brasileño.
La relación de los grupos migrantes brasileños con la sociedad nacional paraguaya implicó diferentes procesos en materia de tierras, intercambio comercial e integración nacional.
En lo primero, los mismos se vieron beneficiados de enormes ventajas de acceso a la tierra en Paraguay, con un Estado que patrocinó directamente la colonización en un primer momento y que, en un segundo momento, incentivó su expansión a través de bajos impuestos sobre la propiedad agrícola, la nula defensa de una franja territorial nacional y soberana así como los beneficios a la exportación de los rubros agrícolas que los grupos inmigrantes producen, sean estos financieros directos, fiscales (la baja tasa a la exportación de materias primas) como cambiarios.
Las ventajas del acceso a la tierra, se expresan en un sistema productivo de alta capitalización, patrocinado por el Estado brasileño y favorecido por el Estado paraguayo, de modo que los migrantes brasileños cuentan con enormes ventajas de su instalación en el país, sin recibir mayores obligaciones respecto de la sociedad de acogida.
En términos de la interacción entre migrantes y la sociedad nacional, la desigualdad es la manifestación más palmaria.
De este modo, la integración económica se orienta al fortalecimiento de la economía brasileña con la connivencia de la desidia del Estado paraguayo.
Los grupos migrantes destinan su producción al mercado de su país de origen (Brasil) generando una dinámica favorable para dicho país sin dejar mayores beneficios a la sociedad paraguaya.