PONEN MÚSICA JAZZ A LAS VACAS ANTES DE SER FAENADAS, SEÑALÓ EMPRESARIO GANADERO.
A las inversiones en genética bovina, sistema de alimentación, se suma la música clásica para que los animales no se pongan nerviosas antes de ser faenados, explicó Luis Villasanti al comentar la manera en que es faenado el ganado.
Le ponemos música clásica a las vacas para que no se pongan nerviosas, entonces les inyectamos y mueren. La vaca se faena en un corral con lluvia artificial y música clásica. Tiene que ser así para que el animal no esté nervioso y la carne no salga dura, señaló Luis Villasanti sobre la método utilizado para el faenamiento de los vacunos.
Hemos exportado las famosas vacas voladoras, además estamos con proyectos de exportación a Bolivia, también exportamos carnes a restaurantes importantes de Perú y Ecuador, añadió el empresario ganadero.
Experimentos científicos han demostrado que las vacas reaccionan positivamente a la música clásica y ciertas bebidas emblemáticas del ser humano.
Para la producción del corte de la raza Wagyu (que se cotiza en mercados de Europa a precios que van de 100 a 300 euros) los productores dan de beber cerveza y les somete a sesiones de música clásica.
El detalle no es accesorio. Se comprobó que la música clásica (y el Jazz) tranquiliza a los vacunos, en tanto que el consumo de cerveza ablanda los cortes.
En Paraguay el productor pionero de dicha variedad es la cabaña H, propiedad del ingeniero japonés Eijiro Hayashi, quien desde hace casi 40 años está radicado en nuestro país.
El emprendimiento del ingeniero Hayashi, en el departamento de Cordillera, provee a restaurantes locales del manjar, y se constituye en un “revolucionario” del ramo.